Asignatura pendiente

En la introducción de la ponencia  «Diseño y género: una asignatura pendiente» Marina Garone Gravier afirma que «El enfoque antropocentrista y androcentrista, aquel que consiste en considerar al ser humano de sexo masculino como el centro del universo, como la medida de todas las cosas, como el único observador válido de cuanto sucede en nuestro mundo, como el único capaz de dictar leyes, de imponer la justicia y de gobernar el mundo, está presente en la mayor parte de las actividades y relaciones humanas y por su puesto en todas las profesiones; lamentablemente la enseñanza y el ejercicio de las diferentes manifestaciones del diseño no son una excepción.»

También en su artículo expone datos de carácter histórico que sustenta en forma concreta: «Desde su formalización como disciplina, el diseño ha tenido como sus representantes principales y más destacados a los hombres, o por lo menos eso es lo que ha llegado hasta nosotros. Para comprobar esto podemos revisar varios de los libros con lo que estudiamos los orígenes de nuestras profesiones. En el caso del diseño gráfico, por ejemplo, entre los pioneros del movimiento moderno se encuentran algunos de los diseñadores emblemáticos de las vanguardias europeas del siglo XX, como Rodchenko, El Lissitzky, o Tschichold. Pero dónde están los nombres de Varvara Stepanova, quien fuera esposa y colaboradora permanente de Rodchenko, o Lyubov Popova, una de las más prolíficas e integrales diseñadora rusas, además maestra del Vkutemas.» Dicha situación no dista demasiado de la creación, implementación y curso de varios de los programas académicos de diseño industrial en Colombia.